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TÉCNICAS BÁSICAS DE ENFERMERÍA
La
cama hospitalaria,
forma parte del mobiliario de la habitación, donde el paciente va a
pasar la mayor parte del tiempo y, por ello, tiene que proporcionarle
comodidad y bienes-
tar.
Debe reunir una serie de características que permitan que el personal sanitario pueda
realizar sus funciones con facilidad abordando al paciente desde los lados y pies de la
cama, pero, sobre todo, debe hacer que el paciente se sienta seguro, por lo que existen va-
rios
tipos de camas
que se combinan con accesorios que abarcan todas las necesidades.
1.
TIPOS DE CAMAS HOSPITALARIAS
En la cama hospitalaria es donde el paciente comienza la recuperación
de su salud a niveles óptimos. A veces esto abarca periodos más o
menos largos, ya sea para descansar, recibir tratamiento o porque el pa-
ciente presenta movilidad reducida y es en el único medio sobre el que
puede estar. La
cama hospitalaria
será un
elemento funcional si se
adapta a las circunstancias especiales que presente cada paciente.
La cama hospitalaria suele medir entre 1,90-2,00 metros de largo, 80-
90 cm de ancho y unos 70 cm de altura sin incluir el colchón. Las camas
hospitalarias cuentan con ruedas en sus patas para poder desplazarlas,
ya sea dentro de la misma habitación o para trasladar al paciente por
las distintas estancias hospitalarias. Otra de sus características es que
deben ser fáciles de lavar y desinfectar. El somier de la cama hospita-
laria puede ser:
❱
Rígido:
prácticamente en desuso.
❱
Articulado:
somier con segmentos móviles para la regulación de
altura y posición de cabeza y espalda, pelvis y extremidades inferio-
res. Su altura y posición se regula con manivela o mando eléctrico.
1.1.
Cama rígida
Se conoce también con el nombre de
cama de descanso.
Su somier
es rígido y sin articulaciones. Algunas presentan regulador de altura y
un mecanismo para elevar el cabecero o para inclinar la cama, según
las necesidades del paciente. Se suelen utilizar en el servicio de urgen-
cias (Figura 1).
1.2.
Cama articulada
La cama articulada permite que el paciente encamado adopte diferen-
tes posiciones, ya sea para su comodidad o para mejorar sus dolencias.