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PRIMEROS AUXILIOS
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Piernas elevadas.
También conocida como pos-
tura
anti-shock
, se emplea en los casos en que la
víctima haya sufrido un desvanecimiento, síncope
o desmayo sin causa aparente o ante una hipoten-
sión. Una vez que la persona esté tendida en el
suelo, cogeremos sus piernas por los talones y las
elevaremos como mínimo 45 grados respecto al
suelo para favorecer el retorno venoso de la san-
gre al corazón, que puede ser hasta de un 20 %.
También es recomendable girar su cabeza hacia
un lado por si vomitara, para impedir que pueda
atragantarse o aspirar el contenido hacia los pul-
mones (Figura 3).
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Piernas semiflexionadas.
Esta postura se em-
plea para personas que presenten lesiones o do-
lor abdominal, porque facilita la relajación de los
músculos del abdomen y favorece la disminución
del dolor. Para ello, tenderemos a la persona lesionada sobre el sue-
lo en decúbito supino y flexionaremos ambas piernas. Para ayudar a
mantener esta postura, podemos colocarle bajo las piernas algún co-
jín, manta, ropa o similar que tengamos a mano (Figura 4).
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Eje cabeza-cuello-tronco.
Estos tres elementos se deben mante-
ner siempre alineados cuando tengamos sospecha de que la víctima
puede tener riesgo de daño en la médula espinal debido a una fuer-
te caída, politraumatismo, accidente de tráfico, etc. Es importante
recordar que si tenemos sospecha de que existe una lesión medu-
lar, lo mejor es no mover al accidentado, ya que podríamos agravar
sus lesiones; pero si tuviéramos que movilizar a la víctima, en caso
de que en el entorno en el que se encuentra no sea seguro, lo ha-
remos siempre manteniendo recto el eje del cuello-cabeza-tronco a
ser posible entre varias personas.
Figura 3.
Piernas elevadas.
Figura 4.
Piernas semiflexionadas.
http://www.youtube.com/watch?v=BZywciMcv38
Posición de abdomen agudo