

Aplicación de cuidados materno-infantiles
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4.7.
Alimentación del recién nacido
4.7.1.
Lactancia materna
La leche materna es
el único y mejor alimento
que recibe el recién
nacido durante sus primeros días de vida. La composición de la le-
che materna, además de tener una composición nutricional óptima,
fomenta el desarrollo del sistema inmunitario del recién nacido, ya que
a través de la leche materna el bebé recibe anticuerpos de la madre.
La lactancia materna además no solo es beneficiosa para el bebé, sino
también para la madre, porque ayuda en la pérdida de peso que la ma-
dre ha ganado durante el embarazo y la previene de padecer enferme-
dades como anemia, hipertensión y depresión post-parto (Figura 21).
Figura 21.
Lactancia materna (autor: Inma Marcos).
La
OMS define la lactancia materna
como “una forma inigualable de
facilitar el alimento ideal para el crecimiento y desarrollo correcto de los
niños”. A su vez recomiendan como imprescindible la lactancia mater-
na durante los seis primeros meses de vida del bebé. A partir del sexto
mes recomiendan alternarla con otros alimentos complementarios.
La composición de la leche materna va variando según sea el momen-
to de su producción. Durante los primeros días, la madre segrega el
calostro,
de color amarillento, rico en proteínas, vitaminas e inmuno-
globulinas. A partir de la primera semana, segrega una leche conocida
como
leche de transición,
compuesta por proteínas, alto nivel de gra-
sas y lactosa. A partir del segundo mes, la madre segregará la
leche
definitiva
con un equilibrio entre sus componentes.
La lactancia materna puede realizarse principalmente bajo dos méto-
dos: la lactancia programada y la lactancia a demanda. La
lactancia
programada
es aquella que se realiza durante un horario fijo de tomas
RECUERDA QUE
Algunos de los signos
de amamantamiento
ineficaz son la pérdida
de peso del bebé,
heces meconiales
después del cuarto
día, dolor en los
pechos, etc.
http://www.youtube.com/watch?v=GXdMcfDme1Y