Table of Contents Table of Contents
Previous Page  39 / 174 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 39 / 174 Next Page
Page Background

Valoración inicial de la asistencia en urgencias 

37

de consciencia y, por lo tanto, amenazan la vida de la persona afec-

tada. En las distintas poblaciones de edad

son la afectación de la

respiración, el pulso débil o la ausencia de pulso y la pérdida de

consciencia.

La mayor parte de las veces estos tres signos suelen ir

asociados, ya que una persona que no respira invariablemente perde-

rá la función circulatoria y el pulso a los pocos minutos; y una persona

inconsciente tendrá siempre amenazada la vía aérea y la respiración.

En el caso de que concurra la inconsciencia y la ausencia de respira-

ción, estaremos ante una parada cardiaca e iniciaremos las maniobras

de reanimación cardiopulmonar (RCP) que posteriormente veremos.

La

falta de respiración

en términos sanitarios se conoce como

ap-

nea.

Puede ser temporal, producida por un traumatismo torácico, por

ejemplo, o puede ser definitiva, lo que se conoce también como

paro

respiratorio.

La ausencia de respiración

constituye una auténtica emergencia y se

tiene que corregir lo antes posible y solicitar ayuda a los servicios sa-

nitarios.

El

paro respiratorio

en niños y lactantes

suele deberse principalmen-

te a la asfixia, por un atragantamiento, o por el cierre de las vías aé-

reas por un cuerpo extraño o por un cuadro alérgico de tipo grave y es

la causa más frecuente de parada cardiaca en niños. También puede

ser causado por un traumatismo o enfermedad grave, como la menin-

gitis o la encefalitis, pero la causa principal es una obstrucción de las

vías respiratorias.

En los adultos,

el paro respiratorio suele estar asociado al estado de

inconsciencia, traumatismos torácicos, TCE o por el consumo de dro-

gas que deprimen el centro respiratorio como los opiáceos o sedan-

tes.

La

afectación circulatoria del pulso

por arritmias o

shock

o la parada

cardiaca, ya sea por asistolia (no hay ritmo eléctrico cardiaco) o por

arritmias ventriculares malignas (hay una actividad eléctrica caótica),

hacen que el corazón no bombee la sangre a los órganos.

La afectación circulatoria en niños y lactantes

suele ser secundaria y

puede estar provocada por un traumatismo torácico, una hemorragia

severa o por una enfermedad que afecte de manera directa al corazón.

En adultos suele estar provocada por un problema cardiaco, como una

arritmia o un infarto agudo de miocardio.

También puede ser secundaria a un daño cerebral o del sistema ner-

vioso, así como por traumatismos severos como un TCE o un trauma-

tismo torácico, una hemorragia severa o una reacción alérgica grave.