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PRIMEROS AUXILIOS
el fin de estar la mayor parte del periodo que la persona está en pa-
rada cardiaca aplicando las compresiones torácicas, que son las que
bombean la sangre, sustituyendo la función del corazón.
2.3.
Reanimación cardiopulmonar básica
pediátrica
La RCP pediátrica, al igual que en los adultos, ha de comenzar de
manera inmediata tras habernos cerciorado de que la víctima está
inconsciente y no respira. Para realizar esta comprobación no tardare-
mos más de 10 segundos.
En los niños, la causa de parada cardiaca más frecuente es la respira-
toria, por lo que iniciaremos la reanimación con
cinco ventilaciones
de rescate
antes de comenzar las compresiones, que seguirán una
secuencia de
15 compresiones y 2 ventilaciones
durante 1 minuto,
tras lo cual alertaremos al 112.
Si estamos dos reanimadores, uno inicia las maniobras
con cinco ventilaciones de rescate y el otro alerta el ser-
vicio de emergencia 112.
Las insuflaciones o ventilaciones las haremos cubriendo
con nuestra boca la nariz y boca de la víctima pediátrica.
Las compresiones torácicas también se realizarán en el
centro del pecho y deberán ser de calidad con una profun-
didad de 4-5 cm y una frecuencia de 100-120 por minuto,
permitiendo la descompresión (Figura 14).
La técnica de las compresiones varía según la edad y com-
plexión del niño.
En niños pequeños (1-8 años, < 30 kg), las
compresiones solo se realizan con una mano
(Figura 15).
En el caso de que la víctima sea
un lactante, las com-
presiones se realizarán con dos dedos sobre el centro
del pecho
(Figura 16).
Figura 14.
Ventilaciones de rescate en lactantes.
Figura 15.
Compresiones torácicas en niños.
Figura 16.
Compresiones torácicas en lactantes.