

Aplicación de cuidados materno-infantiles
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3.2.5.
Sistema cardiorrespiratorio
En el momento del parto,
la frecuencia cardiaca y respiratoria del
recién nacido aumenta debido al “sufrimiento” al que se ve sometido
durante el periodo expulsivo,
pudiendo llegar a las 60 rpm
(respira-
ciones por minuto)
y a los 160 lpm
(latidos por minuto). En condicio-
nes de reposo y en horas posteriores al parto, estos valores se estabi-
lizan teniendo una media de entre 35 y 50 rpm y entre 120 y 140 lpm.
La tensión arterial de un recién nacido oscila entre 65 y 95 mmHg de
sistólica y entre 30 y 60 mmHg de diastólica.
3.2.6.
Sistema músculo-esquelético
El recién nacido presenta las articulaciones de las extremidades flexio-
nadas, en posición fetal, debido a que es la posición que ha mantenido
en el vientre materno. A las pocas semanas empezará a mantenerlas
extendidas.
Otra de las características propias de los recién nacidos es la
incurva-
ción tibial,
que es una desviación de la tibia que irá desapareciendo
progresivamente.
El cráneo es muy grande en proporción al resto del cuerpo. Su super-
ficie puede llegar a ser 1/4 parte de superficie corporal total. La cabeza
puede adoptar una forma alargada, debido al paso del bebé por el canal
del parto materno. Esta deformidad se corrige en las primeras sema-
nas desde el nacimiento. En partos por cesárea este hecho no ocurre.
En la cabeza del recién nacido se pueden observar también las
fonta-
nelas,
que son unas zonas más blandas de la superficie craneal que
están formadas por cartílago. Este cartílago permite el crecimiento de
los huesos craneales y, con el paso del tiempo, osificará, cerrando por
completo el cráneo del recién nacido entre los 12 y 18 meses de vida.
3.2.7.
Órganos genitales y mamas
Debido a las hormonas que la madre les transmite en las horas previas
al parto, es posible que algunos recién nacidos nazcan con las
mamas
inflamadas, con eritemas o incluso que desprendan secreciones.
Es una cuestión fisiológica y, por lo tanto, no tiene mayor importancia.
En el caso de los niños, suelen nacer con las
bolsas escrotales in-
flamadas y con fimosis fisiológica,
por lo tanto es importante no
retraerles el prepucio. En el caso de las niñas, la zona de la vulva apare-
cerá inflamada y rojiza. Además, por razones fisiológicas, puede haber
algún tipo de secreción blanquecina o sanguinolenta.
RECUERDA QUE
El abdomen de
los recién nacidos
está muy abultado
debido al escaso
tono muscular que
presentan cuando
nacen.